La adolescencia no es una enfermedad

 

Una de las características más percibidas en los adolescentes es que cuando se es niño, él lo desee o no, se ve obligado a entrar en el mundo del adulto. Primero aparece el cambio de su cuerpo y luego los cambios en cuanto capacidades y afectividades. Es posible observar que un joven de 18 años se muestre muy maduro en algunos aspectos y extremadamente inmaduros en otros. Empieza un nuevo rol social y un nuevo cuerpo.
El cuerpo obliga a que el joven cambie su esquema corporal que a su vez lo obliga a presentarse distinto frente al mundo que lo obliga a buscar nuevas pautas de convivencia. Lo que hacía como niño en aprendizaje y en el rol social ya no es útil. Por lo tanto, él y la sociedad le exigen un cambio prácticamente de toda su personalidad.
Frente a esta situación, la primer reacción afectiva del niño es autoexcluirse en su “mundo interno”. Muchos adultos se preguntan que le pasa que está distante, o se lo nota como que siempre está en otra cosa.
La actitud crítica que los adolescentes pueden llegar a tomar frente al mundo externo y a los adultos;  se debe en gran parte a que él rechaza ser como algunos adultos y los rechaza con violencia en algunos casos. Prefiere elegir como modelo algún ideal. Aquí aparece otro problema central de esta transición que es la búsqueda de su identidad.
Sumamos a todo esto, un cambio en los medios sociales que están sufriendo en distintos grados una transformación: de una sociedad tradicional a una moderna, técnica, industrial, con avances y transformaciones éticas.
El hecho que los adultos muchas veces no podamos entender comportamientos u opiniones que manifiestan los adolescentes para determinados temas, no quiere decir que exista una patología. Si, se trata de ser muy observadores y detectar en muchos casos, como estos cambios son coherentes con su evolución;  no los estigmatizaríamos cuando  se conoce que estas situaciones se manifiestan en una circunstancia en que se encuentran extremadamente vulnerables tanto afectiva como psicológicamente.

 

Lic. Gustavo J. Laplaca 
Centro Psicológico “Bienestar” – Individual, parejas y familias
San Martín 548 - Pilar (B) 
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