Una Adopción Responsable ( parte I )

 Analicemos primero cuáles son las motivaciones más comunes que nos llevan a tomar esta decisión: 

•Queremos que nuestros hijos se críen junto a un cachorro para que aprendan a ser responsables. 

•La perra de un amigo tuvo cría y nos ofreció un cachorrito. Vamos a probar. 

•Nos encanta esa raza por su estética. 

•Necesidad de compañía al practicar ciertos deportes (correr, caminar). 

•Amor por los animales y ganas de vincularnos con ellos. 

Si consideramos con mayor profundidad estos posibles motivos, descubriremos que son más complejos de lo que parecen. El querer enseñar a nuestros hijos a ser responsables a través de su vínculo con un perro, puede ser un arma de doble filo. El costo del error puede ser muy alto, si no abarcamos la totalidad de factores que esto implica. Si una vez que el cachorro está en casa no contamos con tiempo ni paciencia suficientes para encargarnos ni de él ni de enseñarles a nuestros hijos a desarrollar con criterio ese sentido de responsabilidad y cuidado de un ser vivo, nos cansaremos rápidamente y claudicaremos en nuestro intento. El mensaje entonces será, ‘no es importante ser responsable si no tenés tiempo para serlo.’ Seguramente, esto está muy lejos de la lección de vida que nuestros hijos se merecen. En el caso de aceptar el cachorro que nos ofrece un conocido, estamos muchas veces tomando una decisión apresurada, olvidando consideraciones importantes tales como raza, sexo, edad y momento convenientes. Obviar estos conceptos puede terminar en que dicho cachorro sea incompatible con nuestro estilo de vida, lo que nos hará infelices a nosotros y al perro. En el caso de que sea el perro el infeliz, nos puede llegar a salir tan caro como redecorar nuestro living… Que un perro nos atraiga a la vista no es motivo suficiente para decidirnos por él. Puede ser que ni la raza ni su temperamento sean adecuados para nosotros. to sean adecuados para nosotros. Si somos personas activas y disfrutamos del aire libre y los deportes, seguramente nos beneficiaremos al contar con un compañero cuadrúpedo que esté siempre dispuesto a correr ese kilómetro más que tanta fiaca nos da o que nos impulse a salir esa mañana de lunes gris. El amor a los animales y la naturaleza, pero por sobretodo el respeto por ellos, es fundamental al tomar esta decisión. Parte de ese respeto y esas ganas de vincularnos deben partir, indefectiblemente, de la información previa que recavemos con respecto a las posibles razas que nos interesan. De igual manera, es importante que nos asesoremos en cuanto a cómo manejar al cachorro en casa durante las primeras semanas. 

Tener un perro es una decisión que cambiará nuestra rutina diaria, por lo que debe ser pensada y repensada. De la misma manera que al evaluar otros cambios en nuestro estilo de vida nos informamos y consultamos a profesionales, así debe hacerse también antes de decidir traer un perro a casa. 

María M. D’Adamo 
Adiestradora Canina (U.B.A) 
www.animalitis.com.ar 
PLANETA VETERINARIO 
San Martín 284 (y Ruta 8) Pilar

 

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