Toxoplasmosis ¿Es el gato el gran culpable? La toxoplasmosis es una enfermedad parasitaria causada por
un organismo microscópico, el toxoplasma
gondii. Este parásito tiene un ciclo muy particular, dividido en
dos fases. La primera se cumple en el intestino de los felinos donde se
multiplica y es eliminado al medio ambiente con la materia fecal en
forma de pequeños quistes. Estos necesitan estar en el ambiente
al menos 24 horas para ser contagiosos, siendo la ingestión la puerta
de entrada para los diferentes mamíferos, incluyendo a las personas,
donde se cumple la segunda fase del ciclo con diferentes signos y síntomas
según la especie afectada y el momento de su vida. Como vemos no solo las personas se contagian de
toxoplasmosis, y es muy difícil contagiarnos en forma directa desde el
gato. Entonces: ¿cómo podemos contraer la toxoplasmosis? ¿Cómo es
posible adquirirla si no tenemos un gato? La forma más fácil de
contagio es a través de verduras contaminadas y mal lavadas, ya que el
“quiste” permanece con capacidad de contagiar durante largos períodos.
Otra forma de contagio es por el consumo de carne insuficientemente
cocida (carne jugosa)
siendo ésta muy frecuente en nuestro país por las costumbres
culinarias. Esto también puede ocurrir con nuestros caninos. Ahora podemos decir que el gato es injustamente castigado
por el desconocimiento sobre la transmisión de esta enfermedad. Para
los amantes de los gatos….a disfrutar de ellos sin el miedo del
fantasma de la toxo.
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