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Clarin
(07/04/2009)
Un testigo
secreto da nuevas pistas sobre el triple crimen
04:35
Es un
empresario farmacéutico que ya estaba vinculado al caso. Ahora, ante
el fiscal, señaló a dos personas que habrían sido entregadores o
encubridores.
Por: Liliana
Caruso
http://www.clarin.com/diario/2009/04/07/um/m-01892656.htm
La declaración de un testigo secreto en la causa del triple crimen de
General Rodríguez puede cambiar la marcha de la investigación que
lleva adelante la Fiscalía de Mercedes. Se trata de un empresario
farmacéutico que está aportando datos del negocio de los medicamentos
y del comercio ilegal de la efedrina, móvil aparente de los asesinatos
de Sebastián Forza (34), Damián Ferrón (37) y Leopoldo Bina (35),
cometidos en agosto del año pasado. El testigo ya estuvo vinculado a
la causa e, incluso, declaró ante el juez federal de Zárate-Campana,
Federico Faggionatto Márquez, quien investiga la "ruta de la efedrina"
(ver Ordenan...).
Fuentes judiciales confiaron a Clarín que el nuevo testimonio conduce
a dos personas que habrían actuado como encubridores o entregadores y
que sabrían quiénes mataron a Forza, Ferrón y Bina. Hoy se cumplen
ocho meses desde que los tres jóvenes desaparecieron después de haber
participado de una reunión de negocios en un shopping de Avellaneda.
Sus cuerpos fueron hallados seis días después en un zanjón de General
Rodríguez.
El empresario farmacéutico no es el único que "se quebró" y declaró
como testigo de identidad reservada. Desde que la causa dejó la
justicia porteña y pasó a la Fiscalía de Mercedes (a cargo de Juan
Bidone), ya aparecieron al menos siete personas que optaron por
declarar siempre y cuando no trascendiera su nombre. A través de estos
nuevos testimonios, por ejemplo, pudo constatarse que un empresario
relacionado al caso fue el que le envió a una de las víctimas y a un
médico varios mensajes de textos comprometedores. Uno de ellos era:
"El kilo está tres lucas". Se referiría al precio de la efedrina,
precursor químico utilizado para fabricar drogas sintéticas. Los
mensajes fueron enviados en octubre de 2007. La fecha coincide con la
primera entrega de un cargamento negociado entre las víctimas y narcos
mexicanos.
Se trata de un envío de 135 kilos de efedrina que fue confirmado por
un despacho de la Aduana. Esta carga fue señalada por algunos
investigadores como el origen del triple crimen: es que la efedrina
habría llegado rebajada con sal y no pura, como se había pautado.
Miguel Angel Pierri, abogado de la familia de las víctimas, dijo a
Clarín que "cada día que pasa nos damos cuenta de que la muerte de los
tres jóvenes es un crimen mafioso. Y que fue un combo de cuestiones
del narcotráfico con internas empresarias y negocios farmacéuticos".
Por otra parte, calificó de inconcebible que la concesionaria de la
autopista del Oeste no haya aportado los videos de telepeaje por los
que pasó la camioneta de Ferrón el día en que desaparecieron, tanto de
ida como de vuelta. "Aportaron 20 videos, menos los de la cabina 7 y
11 que eran los de telepeaje (sistema que tenía Ferrón). Ahora dicen
que se destruyen porque vuelven a grabar encima. El tema es que apenas
se inició la causa y se los pidieron, nadie del juzgado porteño
advirtió que estos videos faltaban. Es un descuido muy grande porque
hubieran sido claves para saber quién manejaba la camioneta y quiénes
iban. A la vuelta, sin duda, ya no manejaba Ferrón sino alguien
relacionado directamente con el crimen".
Critica digital
LOS SOSPECHOSOS SON EMPRESARIOS
Pedirán dos capturas por el triple crimen
Fueron señalados por testigos de identidad reservada como instigadores
del asesinato. El móvil: quedarse con todo el negocio de la efedrina.
http://www.criticadigital.com/index.php?secc=nota&nid=22020
El círculo alrededor de los sospechosos de instigar el crimen de
Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina se va cerrando: en los
primeros días de mayo, cuando el juez de garantías Marcelo Romero
regrese de su licencia, los abogados de las familias de las víctimas
solicitarán al fiscal de Mercedes, Juan Ignacio Bidone, que pida sus
detenciones. Cuatro serían los hombres, dos de ellos con mayor
responsabilidad, que para quedarse con el negocio de la efedrina
planificaron el triple crimen. Los ejecutores podrían haber sido
efectivos, en actividad o retirados, de la Policía Federal, pero no
aún no están identificados.
Cinco testigos de identidad reservada que declararon ante el fiscal
Bidone, a cargo de la investigación, identificaron a un empresario de
Quilmes, supuestamente vinculado con el ministro Aníbal Fernández,
como la persona que convocó a la reunión en el shopping de Sarandí a
los tres jóvenes el 7 de agosto. El empresario no fue, pero un
matrimonio estuvo en su nombre. Bajo algún engaño, las víctimas
llegaron a General Rodríguez, donde por última vez se activaron sus
teléfonos celulares. El 13 de agosto aparecieron ejecutadas de varios
balazos. “La clave está en la semana trágica, de 1 al 7 agosto, en las
vinculaciones de esos días y sobre todo en los cruces de teléfonos. Se
profundizaron los entrecruzamientos telefónicos y se precisó la
procedencia de algunos llamados hasta ahora sin identificar. Con estos
nuevos datos hay suficiente prueba para pedir la detención de al menos
dos personas que instigaron el crimen”, dijo el abogado Miguel Ángel
Pierri.
Forza usaba varios celulares y se pudo determinar que el terminado en
0803 fue el último que usó antes de desaparecer. Desde ese movil se
comunicó con una persona allegada al empresario de Quilmes, el mismo
que le había conseguido el permiso de portación de armas en el RENAR.
Forza lo había conocido a través de otro joven vinculado a la
industria de los medicamentos, a quien también le había tramitado el
permiso. Este empresario de los medicamentos se peleó con Forza por
deudas y le había puesto precio a la cabeza de éste, según un testigo
de identidad reservada, también vinculado con la industria
farmacéutica y allegado a Ferrón. Según los investigadores, Forza
creía que podía copar el mercado de la efedrina para los mexicanos:
les dijo a sus allegados un día antes de desaparecer que viajaría a
México la semana siguiente. Pensaba que el empresario de Quilmes y el
de la industria de los medicamentos estaban peleados. Para los
investigadores, estaban en contacto para apartar del negocio de la
efedrina a Forza y sus amigos. Serían ellos mismos los que habrían
“buchoneado” al laboratorio de los mexicanos en Ingeniero Maschwitz
que fue desbaratado por el juez federal de Campana Federico
Faggionatto Márquez. Pensaron que podían culpar a Forza y así lograr
quedarse con el negocio. Quién finalmente ejecutó a las víctimas no
está determinado, pero no descartan que trate de policías federales.
“Las filmaciones del peaje desaparecieron, nos hubieran permitido ver
quién manejaba la camioneta de Ferrón cuando regresó a Capital, ya que
los chicos se habían quedado en General Rodríguez. Quien hizo esto
tiene mucho poder. Se necesita mucha logística para tenerlos
secuestrados”, dijo Pierri.
Los testigos tienen miedo: ocho pidieron declarar bajo identidad
reservada. El empresario farmacéutico allegado a Ferrón, que fue
citado a declarar por el fiscal Bidone, pidió ser protegido; detalló
los conflictos que tenía Forza con otros colegas del sector y las
vinculaciones de algunos de ellos con el hombre de Quilmes. Este
testigo sabía que Forza y Ferrón iba a reunirse con el empresario en
el Wall Mart de Quilmes. Ese último día Ferrón le mandó un mensaje de
texto a Forza: “Estoy acá y este pibe no aparece”. Los investigadores
creen que se trata del empresario de Quilmes que lo había citado a esa
última reunión como una trampa y de ahí se los llevaron engañados.
El testigo también habló de Bina como un “empleado” de Rodrigo Posas
Iturbe, uno de los mexicanos detenidos en la causa de la ruta de la
efedrina que lleva adelante Faggionatto Márquez. Además, días antes de
desaparecer, las víctimas se habrían reunido con uno de los abogados
de los mexicanos.
Los empresarios presentaron escritos a través de sus abogados para
ponerse a disposición de Bidone, como lo hicieron otras personas
vinculadas a la industria de los medicamentos que también tenían
problemas con Forza. En ambos casos manifestaron haberse enterado por
la prensa de que serían sospechosos. Por ahora el fiscal no los citó.
Cuando lo haga será para llamarlos a indagatoria, según el pedido de
los querellantes.
24/04/2009
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1121614&pid=6302524&toi=6481
Más
detenidos por la ruta de la efedrina
Tras la captura de
Edelmiro González, el empresario que estaba prófugo, otras tres
personas fueron apresadas por orden del juez Faggionatto Márquez
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Viernes 24 de abril de 2009 | 09:19 (actualizado a las 11:37)
Un matrimonio propietario de una droguería y el director médico del
lugar fueron detenidos hoy en el marco de la causa por la ruta de la
efedrina, tras tres allanamientos realizados en la Capital Federal,
informaron fuentes policiales.
Las detenciones se suman a la de Carlos Edelmiro González, el
empresario que se encontraba prófugo desde el principio de la
investigación, en agosto del año pasado.
Los allanamientos fueron realizados esta mañana por personal de la
Delegación Zárate de la División de Investigaciones de Tráfico de
Drogas Ilícitas por orden del juez federal de Campana Federico
Faggionatto Márquez. Los operativos tuvieron lugar en la sede de la
droguería Famérica, en Caseros al 4000, y en domicilios de Colombres
1728 y Achaval 752, de la Capital Federal, dijeron las fuentes.
Hoy ya había sido detenido el empresario Edelmiro González, quien se
hallaba prófugo durante un allanamiento en el barrio porteño de la
Recoleta, informaron fuentes policiales.
González, quien era dueño de una droguería en la localidad de Clorinda,
en Formosa, y está acusado de ser proveedor de efedrina a una banda de
narcos mexicanos que elaboraba metanfetaminas en un laboratorio de
Ingeniero Maschwitz.
Durante el allanamiento, la policía se incautó de un maletín con
documentación de importancia para la causa y un CPU en el que se
presume que el empresario acumulaba información sobre sus negocios en
la venta de precursores químicos.
El detenido será llevado en las próximas horas al despacho del juez
federal de Campana Federico Faggionatto Márquez, quien lo indagará en
la causa por la ruta de la efedrina.
Para el magistrado, Edelmiro González fue quien le vendió casi tres
mil kilos de efedrina a Raúl Ribet, el empresario detenido el 5 de
agosto del año pasado en su casa de Hurlingham y a quien se lo acusó
de ser el "facilitador de la efedrina" a la banda mexicana.
Los movimientos de triangulación de esa sustancia -precursora de la
metanfetamina, con la que se fabrican las drogas sintéticas- están
documentados en la causa, dijeron los investigadores.
La causa por la ruta de la efedrina comenzó el 17 de julio del año
pasado con el allanamiento de la quinta de Maschwitz, donde los
investigadores hallaron 20 kilos de metanfetamina, suficientes para
fabricar 200.000 pastillas de éxtasis.
En ese entonces, fueron detenidos nueve mexicanos y un argentino, a
cargo del laboratorio de drogas sintéticas más importante descubierto
hasta ahora en América Latina, y meses después fue apresado en
Paraguay quien se consideraba jefe de la banda, el mexicano Juan
Martínez Espinoza.
Tags:
efedrina , Edelmiro González
La Nación (25/04/2009)
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1121904&pid=6305759&toi=6482
En Recoleta
Preso por
la venta ilegal de efedrina
Se trata de Carlos
Edelmiro González
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Sábado 25 de abril de 2009Según
la Justicia, es uno de los eslabones clave en el circuito ilegal de la
venta de efedrina. En el juzgado federal de Zárate-Campana, se
acumularon elementos que indicarían que, a través de un tercero, les
habría vendido casi 3000 kg de ese precursor químico a los traficantes
mexicanos que instalaron un laboratorio de metanfetaminas en una
quinta de Ingeniero Maschwitz.
Se trata del empresario Carlos Edelmiro González, quien fue detenido
ayer durante un allanamiento realizado en Recoleta por personal de la
Delegación Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de
Zárate-Campana, al mando del comisionado Honorio Rodríguez. Lo acusan
de supuesta venta ilegal de efedrina.
Durante el allanamiento, la Policía se incautó de un maletín con
documentación de importancia para la causa y de una computadora en la
que se presume que el empresario acumulaba información sobre sus
negocios en la venta de precursores químicos.
El detenido fue llevado al despacho del juez federal de Zárate-Campana
Federico Faggionatto Márquez, pero, por sugerencia de un defensor
oficial, se negó a declarar y lo hará la semana próxima.
El defensor pidió al magistrado algunos días para revisar la prueba
acumulada en la causa.
Según el juez, González le habría vendido 3000 kg de efedrina a Raúl
Ribet, el empresario detenido el 5 de agosto pasado en su casa de
Hurlingham y a quien se lo acusó de facilitar la efedrina a la banda
mexicana.
En otros allanamientos realizados ayer en la Capital, la policía
apresó a un matrimonio propietario de una droguería y al director
médico del lugar por su presunta vinculación con al tráfico de
efedrina.
| Publicado en edición impresa
Clarin 01/05/2009
http://www.clarin.com/diario/2009/05/01/um/m-01909174.htm
El juez que
investiga "la ruta de la efedrina" citó como testigo a De Narváez
09:58
Lo
confirmó el magistrado, que aclaró que se trata de una "declaración
testimonial". Es porque desde un celular a nombre del diputado se
hicieron, en 2006, tres llamados al que hoy es el principal detenido
en
la causa.
El juez federal Federico Faggionato Márquez confirmó hoy que citó al
diputado nacional Francisco de Narváez para que preste declaración
testimonial, es decir, como testigo, en la causa en la que investiga
el tráfico de efedrina, un precursor químico que usado para fabricar
drogas sintéticas.
La citación es por tres llamadas que se hicieron desde un celular
que está a nombre del diputado, que en junio buscará renovar su
mandato, a un teléfono de Mario Segovia, conocido como "el rey de la
efedrina" y hoy detenido e imputado en la causa que sigue Faggionato
Márquez y en otra que, en el fuero penal económico, investiga un
millonario contrabando de CDs.
En declaraciones a Radio Mitre, el magistrado confirmó que ayer envió
los oficios al titular de la Cámara baja, Eduardo Fellner, para que De
Narváez "declare testimonialmente", en persona o por escrito.
Cuando se conocieron los llamados por los que ahora es citado como
testigo –los tres muy breves y realizados hace tres años-, De Narváez
se presentó espontáneamente ante la Justicia aduciendo que quería que
se aclarara su situación. El diputado afirmó que el celular es sólo
uno de una flota de decenas de teléfonos a su nombre y dijo que en ese
momento lo usaba un empleado rural suyo, que, por su parte, fue citado
a presentar declaración testimonial en la causa que investiga el
contrabando de CDs.
En medio de la campaña electoral, De Narváez
dijo sentirse "perseguido" y acusó al Gobierno de haber armado
"una campaña sucia" en su contra. Desde el Gobierno
rechazaron esas acusaciones y el ministro del Interior, Florencio
Randazzo, le pidió al legislador –que ya dijo que no va a usar sus
fueros- que "no se esconda en una candidatura".
Consultado sobre por qué lo citó ahora y no esperó a que termine el
proceso electoral, Faggionato Márquez aludió a la presentación
espontánea de De Narváez: "Es él el que denuncia el hecho en un
juzgado y activa el sistema para que el hecho sea aclarado". "A mí no
me interesa meterme en medio de campañas electorales. Pero después de
lo que él dijo públicamente, y como mérito a las banderas que enarboló
en su campaña, él quiso ser investigado. Bueno, no hay problema que
venga y explique y aclare", añadió el magistrado.
Faggionato Márquez tiene denuncias por mal desempeño que están siendo
estudiadas por el Consejo de la Magistratura, ante el que ayer rechazó
las acusaciones, alegó que las eventuales demoras en juicios se deben
a la falta de personal y acusó a dos fiscales de conformar una
"delincuencia organizada" para perjudicarlo.
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http://www.revista-noticias.com.ar/comun/nota.php?art=2349&ed=1714
Información General | Triple crimen
La verdadera historia
A Forza, Ferrón y Bina los mataron el mismo día del
secuestro, pero no en General Rodríguez. Al principal
sospechoso se lo vincula con el jefe de Gabinete.
Por María Fernanda Villosio, Daniel Seifert,
Federico Mayol
Maniático de su estética, Leopoldo Bina
(36) cumplía, riguroso, con un ritual helénico: llenaba la
bañadera de agua, ponía música suave y se rasuraba todo el
cuerpo, incluso el pubis, con una crema especial. Lo hizo el
día de su muerte, porque se preparaba para un gran negocio.
Sin sospechar que este acto vanidoso e íntimo terminaría
convirtiéndose en una prueba forense clave que llevaría a
comprobar que a él y a los empresarios Sebastián Forza (35)
y Damián Ferrón (38) los mataron el mismo día de su
secuestro. Y no sólo eso: que mantuvieron sus cuerpos en una
heladera o cámara frigorífica durante más de tres días antes
de arrojarlos en un descampado en General Rodríguez.
A un año y dos meses de la masacre, la causa del Triple
Crimen no deja de dar sorpresas. NOTICIAS pudo saber que la
aparición de los cuerpos en esa localidad fue una maniobra
para confundir a los investigadores porque el asesinato no
se cometió allí, como se supuso hasta el mes pasado. Que el
principal sospechoso del crimen es un oscuro personaje de
Quilmes, Martín Lanatta, que se jacta de tener vinculaciones
políticas con el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. Y que
la muerte de Forza se produjo mientras él pergeñaba un
cuidadoso plan para matar a un competidor poderoso del
mercado de la efedrina, el empresario Esteban Pérez Corradi.
Un cóctel explosivo que vincula negocios millonarios,
narcotráfico, relaciones políticas y traiciones. Un planteo
criminal que no dejó hilos sueltos y logró embarrar la
investigación judicial, aunque ahora empiecen a develarse
nuevas certezas que prueban lo errado de las hipótesis
iniciales.
En un principio, la versión oficial habló de un secuestro
seguido de muerte. Bina, Ferrón y Forza desaparecieron el
jueves 7 de agosto del 2008 y la primera autopsia practicada
a sus cuerpos estableció que los habían matado el lunes 11.
Ahora, los investigadores creen que a estos empresarios –en
un principio, considerados simples buscavidas que hoy
aparecen como personajes más turbios–, los asesinaron a
pocas horas de haberlos capturado.
La sospecha es que los asesinos preservaron los cadáveres
en un sistema de frío para demorar el proceso de
putrefacción, lo que en un principio confundió a los peritos
sobre la verdadera fecha de muerte. La obsesión por la
pulcritud de Bina fue medular. Recientes estudios revelaron
que el vello corporal de Bina no había crecido, como se
podría suponer en el caso de que haya permanecido días en
cautiverio. Su ropa estaba limpia.
Vea esta nota completa en la edición nº1714 impresa de
la revista NOTICIAS
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