Triple crimen de General Rodriguez

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LA NACION (14/09/2008)
El triple crimen y la ruta de la efedrina: cruces de datos en el juzgado federal de Zárate-Campana
Una mesa de dinero uniría a los narcos
Funcionaría en una entidad bancaria porteña, donde se cambiaban cheques para lavar plata del tráfico de drogas
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Por Gustavo Carabajal y Gabriel Di Nicola
De la Redacción de LA NACION
 
 
La Justicia investiga una mesa de dinero perteneciente a una entidad bancaria, en la que narcotraficantes mexicanos y colombianos vinculados con Sebastián Forza, una de las víctimas del triple homicidio ocurrido hace un mes en General Rodríguez, cambiaban cheques para lavar dinero proveniente del tráfico de drogas.
 
Según informaron fuentes de la pesquisa, esa mesa de dinero pertenecería a un ex socio de Forza y ex jefe de Ariel Vilán, el gerente financiero de una droguería que se suicidó arrojándose desde el balcón del departamento de un noveno piso, en Boedo.
 
El descubrimiento de dicha mesa de dinero constituyó el nexo entre el grupo de narcotraficantes mexicanos que había instalado una "cocina" de metanfetaminas y éxtasis en una casaquinta de Ingeniero Maschwitz, y de los tres colombianos atacados a balazos en el estacionamiento del Unicenter Shopping, en Martínez.
 
Durante esa masacre, ocurrida el 24 de julio, fueron asesinados Héctor Duque Ceballos y Jorge Quintero Gartner. El primero de ellos, también conocido como "Monoteto", tenía un pedido de captura nacional en Colombia y, las autoridades de ese país lo investigaban porque sospechaban que era un supuesto lugarteniente de Carlos Mario Jiménez, alias "Macaco", detenido en 2006 y extraditado a los Estados Unidos.
 
El dato de la mesa de dinero en la que colombianos y mexicanos descontaban cheques para blanquear el origen del efectivo fue aportado por un testigo de identidad reservada, que declaró la última semana en el juzgado federal de Zárate-Campana, a cargo del juez Federico Faggionatto Márquez.
 
Dos nombres en común
En la investigación del magistrado federal y en la pesquisa de la masacre del shopping de Martínez, a cargo del fiscal de San Isidro Jorge Ariel Apolo, aparecerían dos nombres en común: el de Sebastián Forza y el de uno de sus ex socios.
 
Además, dos días después del hallazgo de los cuerpos de Forza, de Damián Ferrón y de Leopoldo Bina en un zanjón de General Rodríguez, fuentes del Ministerio de Seguridad bonaerense afirmaron que había llamadas telefónicas entre la primera de las víctimas y Julián Jiménez Jaramillo, el colombiano que escapó del ataque del shopping.
 
"Se encontraron contactos entre personajes de las dos causas. No sería extraño que estas mafias internacionales quisieran disputarse la zona norte del Gran Buenos Aires para producir drogas", dijo una importante fuente de la investigación.
 
A partir de la reconstrucción del cuadro de relaciones de Forza, los investigadores sospechan que, desde hace un año, se habría convertido en el supuesto proveedor de precursores químicos de distintos grupos de narcotraficantes que instalaron laboratorios para producir drogas sintéticas y cocaína.
 
Aparentemente, Forza les vendía efedrina a los mexicanos que fabricaban metanfetaminas y ácido clorhídrico, éter y acetona a los colombianos que "cocinaban" cocaína.
 
Luis Tarzia, uno de los detenidos por la causa en la que se desbarató el laboratorio de Maschwitz, le dijo al juez Faggionatto Márquez que conoció a Forza por medio de un ex socio de la víctima.
 
Ese ex socio de Forza es el propietario de la mesa de dinero vinculada con una entidad bancaria del microcentro porteño, en la que los narcos mexicanos y colombianos cambiaban cheques. También es el dueño de la droguería en la que Vilán trabajaba como gerente financiero.
 
Una de actividades más importantes de Vilán, que escribió una carta en la que dijo que tenía miedo que lo mataran, como empleado del ex socio de Forza, era cambiar cheques por cuenta y orden de su jefe en una "cueva" situada en Corrientes al 400, de la Capital.
 
"No es creíble la hipótesis de que Vilán se suicidó porque debía dinero. Hay algo más detrás de esa muerte, quizá se mató porque conocía sobre las supuestas actividades ilegales de su jefe", sostuvo el investigador consultado.
 
Fuentes de la investigación explicaron que Forza le debía $ 3.000.000 a una persona que, tiempo atrás, fue investigada por la DEA y que tendría 22 droguerías. Ese hombre habría sido nombrado por la esposa de la víctima, Solange Bellone, cuando declaró como testigo en el juzgado de Zárate- Campana.
 
A esa persona, Forza le tenía miedo. Por seguridad contrató a un colaborador externo de la DEA, que en las últimas horas declaró como testigo de identidad reservada en el juzgado federal de Zárate-Campana.
 
Ese testigo conocía a la perfección los movimientos y contactos comerciales de Forza de los últimos seis meses.
 
Una de las 22 droguerías de la persona investigada por la DEA estaría a nombre de uno de los prófugos de la causa a cargo de Faggionatto Márquez. Se trata de Jorge Ochoa, que sería un indigente que, a cambio de una significativa suma dinero, prestó su nombre para que abrieran la empresa. Esa firma le habría vendido efedrina a los narcotraficantes mexicanos.
 
 
Red de traficantes en Santa Cruz
Fue desbaratada una banda importante de traficantes de droga que operaba en la ciudad de Caleta Olivia, en Santa Cruz. Durante una decena de allanamientos, que se realizaron en las últimas horas, se detuvieron a diez personas y se secuestró una cantidad aún no
 
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1049873&pid=5062786&toi=6485
 
 
 
LA NACIÓN (14/09/2008)
Los últimos momentos con vida
A partir de las llamadas, la fiscal reconstruyó el derrotero de las tres víctimas
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I
La camioneta Grand Vitara abandonada en Galicia al 2600; aún no se sabe cómo llegó a esa zona de Flores
 Foto: Archivo
Al advertir que habían caído en una trampa, desesperados, Sebastián Forza y Damián Ferrón pulsaron sus teléfonos celulares con radiotransmisor para pedir ayuda a los últimos números que habían marcado. Nunca los escucharon.
 
Eran las 15.32 del 7 de agosto cuando Forza mandó un alerta desde su teléfono al de su esposa, Solange. No tuvo respuesta. Según el informe de la compañía telefónica, la llamada se hizo de las adyacencias de la antena situada en Chalchalero y Carballido, en General Rodríguez.
 
A las 15.46, Ferrón, que había sido tomado cautivo con Leopoldo Bina cuando ambos iban en la camioneta del primero, apretó la tecla de las últimas llamadas y llamó por radio a su hermano, Diego. Tampoco tuvo respuesta. Igual que en el caso de Forza, la comunicación se realizó desde la zona de General Rodríguez.
 
La reconstrucción de cómo fueron las últimas horas con vida de los tres jóvenes empresarios asesinados en General Rodríguez fue realizada a partir del análisis de las llamadas realizadas a través de sus teléfonos celulares, y constan en el dictamen de la fiscal de Instrucción porteña Ana Yacobucci, en el que resolvió apartarse de la investigación del triple homicidio.
 
"No me sorprende que el dictamen de la fiscal Yacobucci coincida con la querella, al sostener que la camioneta de Ferrón fue llevada hasta la zona de General Rodríguez. Sin embargo, me preocupa el hecho de que la fiscal, en un mes de investigación, no pudo determinar cómo fue trasladado el vehículo hasta Galicia 2600, en el barrio de Flores", expresó el abogado Miguel Angel Pierri, que representa a las familias de las tres víctimas.
 
Este fue el recorrido de las víctimas el día que desaparecieron, según consta en la reconstrucción realizada por la fiscal:
 
 
11.6: Bina y Forza tomaron un café en el bar Lisandro, en Liniers.
 
 
11.47: Ferrón, desde la zona de Sarandí, habló por teléfono con José Luis Salerno, el dueño de la droguería en la que trabajaba.
 
 
12.30: Forza y Bina salieron del bar Lisandro para encontrarse con Ferrón, en el Peugeot 206 del primero.
 
 
12.30: Ferrón, que estaba en Sarandí, recibió una llamada de Bina.
 
 
13.10: Salerno llamó a Ferrón.
 
 
13.20: Ferrón habló con un colaborador de Salerno.
 
 
13.40: Solange Forza llamó a su esposo. Sebastián atendió el teléfono en la zona de Sarandí y le dijo que estaba complicado y que no podía hablar.
 
 
14: Diego Ferrón llamó a su hermano Damián, quien le dijo que estaba en la zona de Quilmes.
 
 
14.10: Forza, Ferrón y Bina se encontraron con, por lo menos, tres hombres en un shopping de Sarandí, situado al costado del Acceso Sudeste.
 
 
14.20: los investigadores sospechan que en ese momento, Forza, Ferrón y Bina abandonaron el shopping acompañados por los tres hombres. Presumen que se dividieron en dos grupos. Dos de ellos subieron en la camioneta Grand Vitara con Ferrón y Bina, mientras que el tercero subió al Peugeot 206 de Forza.
 
 
14.38: el aparato de telepeaje de la camioneta de Ferrón se activó en las cabinas de la autopista 25 de Mayo, en Parque Avellaneda.
 
 
15: Diego Ferrón habló nuevamente con su hermano Damián. Hasta ese momento, según estimaciones de los investigadores, nada hacía sospechar a Damián Ferrón que había caído en una trampa.
 
 
15.25: en el peaje de General Rodríguez se registró el paso de la camioneta de Ferrón.
 
 
15.32 y 15.46: Forza y Ferrón, desesperados, mandaron alertas desde sus teléfonos. No tuvieron respuestas.
 
 
19.50: los bomberos de la Policía Federal encontraron la camioneta en llamas de Ferrón, en Galicia al 2600.
 
 
22: desde la comisaría 50a. de la Policía Federal, les avisaron a las familias de Ferrón y Bina del hallazgo de la Grand Vitara incendiada con los documentos de ambos adentro.
 
Los investigadores presumen que los dos grupos salieron juntos del shopping de Sarandí y subieron a la autopista rumbo a la zona oeste. Pero, al llegar a la zona de Constitución, supuestamente amenazado, Forza tomó por la bajada de Solís y fue obligado a pasar a otro vehículo. A cinco cuadras de allí quedó abandonado su Peugeot 206 con la llaves puestas.
 
Más tarde, los hombres que los secuestraron, a los que Forza supuestamente conocía, lo habrían reunido con Bina y Ferrón en General Rodríguez.
 
En su dictamen, la fiscal sostuvo que los tres empresarios fueron asesinados entre 36 y 40 horas antes de que sus cuerpos fueran hallados con 16 balazos. Esto significa que los secuestradores los tuvieron tres días con vida esperando que devolvieran una suma dinero o la efedrina con la que posiblemente Forza se habría quedado.
 
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1049875
 
CLARÍN (14/09/2008)
 
CRIMENES MAFIOSOS: EL TRIPLE CRIMEN DE GENERAL RODRIGUEZ Minuto a minuto, el camino de las tres víctimas hacia la muerte
Clarín accedió al detalle de las últimas llamadas de Forza, Ferrón y Bina en las horas previas a su desaparición. La camioneta que luego fue incendiada quedó filmada en los peajes. Con todo esto, buscan dónde los mantuvieron cautivos. Por:  Virginia Messi; Rolando Barbano
 La huella de los peajes
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Hay 45 minutos que todavía son un enigma. Son los que pasaron desde que la camioneta Suzuki Vitara de Damián Ferrón fue filmada cruzando el peaje de Luján, en el Acceso Oeste, hasta que se la registró regresando por el mismo camino. Se cree que, en el primer momento, él y las otras víctimas del triple crimen iban tranquilos rumbo a lo que creían sería una fiesta. En el segundo, en cambio, todo indica que los tres hombres ya estaban cautivos y que quien manejaba era uno de los asesinos, que cumplía con la misión de llevar el vehículo a Capital Federal para quemarlo.
 
La gran pregunta es dónde está el lugar en el que los capturaron. Los investigadores trazaron un círculo alrededor del peaje de Luján, calcularon el tiempo transcurrido entre filmaciones y, en base a eso, están tratando de ubicarlo. Pero no es el único dato con el que cuentan: también tienen los registros de las llamadas hechas y recibidas por los teléfonos celulares de las tres víctimas, que jamás aparecieron pero se convirtieron en mojones para establecer el camino de los empresarios hacia la muerte.
 
Ese listado -incluido en el expediente, al que tuvo acceso Clarín- comienza en la mañana del jueves 7 de agosto, día de la desaparición de las víctimas. Leopoldo Bina salió entonces de su casa a las 10 de la mañana y fue al bar "Lisandro", en Liniers. Allí estaba cuando lo llamó su mujer, a las 10.30.
 
11.00 Llega Forza al bar y pide un café, según declara una moza, Bárbara. Bina llama a Ferrón, que acababa de salir de su casa. Este, a su vez, se comunica con un empleado de la droguería para la que trabaja, Juan José Reboredo, y a las 11.47 habla con su socio, el ex policía José Luis Salerno. Según su celular, estaba en Avellaneda.
 
12.09 Salerno llama a Ferrón, que está en Sarandí. A las 12.29, ya desde Quilmes, Ferrón llama a Forza. Se cree que andaba por la zona sur terminando de cerrar contactos con los proveedores de la efedrina que necesitaban para abrochar un negocio ese mismo día. La llamada tiene una consecuencia: a las 12.30, Forza y Bina dejan el bar y se dirigen al Wal Mart de Sarandí. A las 12.38 y a las 12.42, Bina llama a Ferrón.
 
13.10 Salerno le manda un mensaje de texto a Ferrón: "Llamame". Para los investigadores, estaba ansioso por enterarse de algo (que aún no reveló). Tal vez porque no obtuvo respuesta, el empleado Juan José Reboredo se encarga de insistir con una llamada a Ferrón a las 13.20. En ese momento, según los testigos, las tres víctimas ya estaban juntas en el Wal Mart, en una reunión con cuatro personas misteriosas: un hombre, la que sería su secretaria, su guardaespaldas y otra mujer. A las 13.40, la mujer de Forza, Solange Bellone, lo llama. La respuesta: "Estoy complicado, no puedo hablar ahora".
 
14.00 Damián Ferrón recibe un llamado de su hermano, Diego, y le da una respuesta similar. A las 14.20, lo llama el empleado Reboredo. "Dejame terminar la reunión", le responde. Los investigadores creen que en ese momento las víctimas estaban discutiendo duramente con quienes estaban negociando. Sin embargo, se sospecha que al final llegaron a un arreglo y decidieron ir rumbo a General Rodríguez, quizá para festejar. Ferrón subió a su Vitara -se cree que Bina iba con él-, tomó la autopista Buenos Aires-La Plata rumbo a Capital, conectó con la autopista 25 de Mayo y luego con la Perito Moreno, donde la cámara del peaje de Parque Avellaneda filmó la camioneta a las 14.43. De allí siguieron rumbo al Acceso Oeste, donde cruzaron el peaje de Ituzaingó a las 14.54. No está claro si Forza iba con ellos, pero se sospecha que no. Es más: una hipótesis es que iba en su Peugeot 206, bajó en Constitución y lo dejó -o lo obligaron a dejarlo- en la calle Solís. Allí fue encontrado el auto dos días después, abandonado y con las llaves puestas. Por propia voluntad, o bajo amenazas, es muy posible que Forza haya seguido su camino rumbo a General Rodríguez en otro vehículo.
 
15.00 Damián Ferrón recibe otra llamada de su hermano. A las 15.08, el celular de Forza se activa con una comunicación a la altura de Francisco Alvarez (lo capta una antena ubicada en La Tradición 464, cerca del Acceso Oeste). Unos minutos después, a las 15.17, un amigo de Bina de nombre Cristian le habla a su celular. "Después te llamo", le responde el joven. Su aparato es registrado por una antena de La Reja (queda más cerca de Capital que Francisco Alvarez), lo que indica que iba detrás de Forza, pero también en dirección oeste.
 
15.23 Momento clave del caso: la Vitara de Ferrón cruza el peaje Luján del Acceso Oeste y queda filmada. Si bien no se sabe quién la conducía, se sospecha que era su dueño. Unos minutos más tarde, a las 15.32, Forza le manda un alerta con su handy a su esposa, que la mujer no responde. Su aparato está ubicado cerca de la antena de Carballido y Los Chalchaleros (ya en General Rodríguez), donde hasta hace un tiempo funcionaba un centro de rehabilitación de drogadictos dependiente del municipio local y el gobierno provincial. A las 15.46, desde la misma zona, Damián Ferrón hace lo mismo pero con destino a su hermano Diego. Tampoco obtiene respuesta. Los investigadores creen que ambos alertas fueron pedidos de auxilio que hicieron subrepticiamente, porque ya estaban amenazados.
 
16.00 Diego Ferrón responde el alerta de Damián, pero este no le contesta. A la misma hora, la Vitara es filmada en el peaje Luján, pero regresando a Capital. El lugar donde las víctimas quedan cautivas tiene que estar entonces en un radio de quince a 20 minutos respecto de ese peaje, deducen los investigadores del caso.
 
19.20 Alguien activa el celular de Ferrón en General Rodríguez (cerca de la antena de San Andrés y San Pedro) e intenta levantar sus mensajes. No puede: no tiene la clave.
 
19.50 Los bomberos ubican a la Vitara de Ferrón, que se incendia en la calle Galicia, de Flores. Dos horas después, la Policía avisa del hallazgo a su familia y a la de Forza, ya que sus documentos y su arma estaban en la camioneta. Su auto será encontrado al otro día.
 
Según la fiscal Ana María Yacobucci y el juez Rodrigo Pagano Mata, que acaban de delegar la investigación del caso, las víctimas estuvieron cautivas al menos cuatro días. A partir de la autopsia, su deducción es que los mataron entre 36 y 48 horas antes del hallazgo de los cuerpos (ocurrido el miércoles 13 a las 17). Y que los asesinaron en el lugar donde aparecieron, un descampado ubicado junto a la ruta 6, en General Rodríguez. Todas las respuestas para aclarar el misterio del desenlace, creen, hay que buscarlas en esa zona. O en las llamadas que, por orden suya, los investigadores están escuchando en este mismo momento a través de los 41 teléfonos celulares que mantienen intervenidos.
http://www.clarin.com/diario/2008/09/14/policiales/g-01760213.htm
 
 
INFOBAE (17/09/2008)
Triple crimen: hallan cocina de droga en country de Pilar
 
 
Según informó C5N, la Policía realizó un procedimiento donde halló un laboratorio de drogas, utilizado por narcos mejicanos en febrero pasado. Incautaron gran cantidad de medicamentos con efedrina
 
Dos casas de un country del partido bonaerense de Pilar donde la banda de "narcos" mexicanos había instalado un "laboratorio experimental" de elaboración de drogas sintéticas fueron allanadas hoy, en el marco de la investigación de "la ruta de la efedrina".
 
Fuentes de la investigación informaron a Télam que en el lugar fue hallada una gran cantidad de tabletas de pastillas de medicamentos de venta libre, como "loratadina", que los "narcos" decantaban para extraer pseudoefedrina, con el fin de utilizarla como precursor para elaborar drogas de diseño, como el éxtasis.
 
Además, las viviendas allanadas estaban a nombre de Jesús Martínez Espinoza, un mexicano que está prófugo de la Justicia argentina, por la causa del laboratorio "narco" de Ingeniero Maschwitz.
 
De hecho, la quinta de esa localidad bonaerense también había sido alquilada por el propio Martínez Espinoza, recordaron los investigadores consultados.
 
Según las fuentes, los últimos procedimientos en procura de establecer "la ruta de la efedrina" que terminó en ese laboratorio se realizaron esta tarde en dos casas contiguas ubicadas en el country Almirante Irízar, en el kilómetro 58 de la ruta 8, ramal Pilar, en la zona norte del conurbano.
 
El procedimiento fue llevado a cabo por los efectivos de Drogas Ilícitas de la Policía bonaerense y ordenado por el juez federal de Campana, Federico Faggionatto Márquez, quien tiene a su cargo la causa de los "narcos" mexicanos.
 
En base a las tabletas de medicamentos encontrados allí, los pesquisas creen que esas casas se utilizaron como "un laboratorio experimental" para elaborar las drogas sintéticas en base a pseudoefedrina y que, al tener éxito, luego decidieron montar la producción a mayor escala de metanfetaminas en Maschwitz.
 
"Probaron primero si podían hacerlo decantando los medicamentos y luego directamente traían la efedrina pura por barco y la llevaban a Maschwitz", indicó a Télam un vocero de la investigación.
 
La misma fuente señaló que durante los procedimientos, a los vecinos del country se les mostró fotografías del prófugo Martínez Espinoza y que éste fue reconocido como quien estaba en diciembre a cargo de las viviendas allanadas hoy.
 
El juez Faggionatto Márquez ya acreditó contactos entre Sebastián Forza (34), una de las tres víctimas del triple crimen de General Rodríguez, con Martínez Espinoza y también con otro de los detenidos por el laboratorio de Maschwitz, Luis Tarzia (61).
 
http://www.infobae.com/contenidos/403869-100799-0-Triple-crimen-hallan-cocina-droga-country-Pilar
 
 
LA NACIÓN (17/09/2008)
 
La ruta de la efedrina: la producción de metanfetaminas en el país
Hallaron una "cocina" de droga en Pilar
Fue descubierta en un barrio privado; se sospecha que allí estuvieron los narcos mexicanos detenidos en Ingeniero Maschwitz
Noticias de Información general: anterior | siguiente Miércoles 17 de setiembre de 2008 | Publicado en edición impresa 
 
Las garrafas que los narcos utilizaban para destilar la efedrina
 Foto: Grupo 44
Por Gabriel Di Nicola
De la Redacción de LA NACION
 
 
Antes de instalar el laboratorio de metanfetaminas en una casaquinta de Ingeniero Maschwitz, la red de narcotraficantes mexicanos habría comenzado a elaborar droga sintética en un barrio semicerrado de Pilar, donde los investigadores descubrieron ayer una "cocina" de estupefacientes.
 
Así lo informaron a LA NACION fuentes policiales y judiciales. Los voceros consultados explicaron que el hallazgo se produjo en dos propiedades del Barrio Parque Almirante Irízar, en el kilómetro 61 de la ruta 8, en Pilar.
 
Las dos casas habían sido alquilados por los presuntos narcos entre diciembre y febrero últimos. Por una de ellas, los sospechosos pagaban 3000 pesos por mes.
 
"El contrato de locación estaba firmado por Jesús Martínez Espinoza, el presunto líder de la banda, que se encuentra prófugo", dijo a LA NACION un investigador consultado.
 
Por los elementos secuestrados, los pesquisas tienen la presunción de que en el lugar se habría llegado a producir droga de síntesis. Pero a diferencia de lo que había sucedido en Ingeniero Maschwitz, donde tenían una importante cantidad de efedrina, (sustancia química necesaria para la producción de este tipo de drogas) aquí los narcos destilaban medicamentos para obtener esa materia prima.
 
"Se puede decir que la cocina descubierta hoy [por ayer] es el primer eslabón de los narcos mexicanos en la Argentina. En el lugar secuestramos más de 300 cajas vacías de un medicamento que contenía loratadina, de cuya fórmula extraían la pseudoefedrina, sustancia necesaria para producir droga sintética", explicó uno de los investigadores.
 
Los allanamientos fueron realizados por la Delegación de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de Zárate-Campana, al mando del comisionado Honorio Rodríguez, por orden del juez federal Federico Faggionatto Márquez, quien se hizo presente en el lugar.
 
Anteanoche, en tanto, los detectives allanaron una oficina en Madero al 900, en Retiro, sobre la documentación de una camioneta sospechosa.
 
Fuentes de la causa agregaron que, se supone, en una de las casas allanadas vivían los presuntos narcotraficantes y en la otra producían la droga.
 
"Nos dijeron que una de las propiedades estaba ocupada por entre seis y diez mexicanos, que podrían ser los mismos que fueron detenidos en la casa de Ingeniero Maschwitz", agregó la fuente consultada.
 
La madrugada del 18 del julio pasado, cuando se descubrió el laboratorio de droga sintética en Ingeniero Maschwitz, se detuvo a nueve ciudadanos mexicanos. Los sospechosos, que fueron procesados con prisión preventiva, fueron identificados como Rubén Rodríguez Cano, de 25 años; Edgar Rocha Mendoza, de 28; Miguel Angel Sierra Chávez, de 28; José Luis Velasco Colón, de 32; Salvador Barrera Valadez, de 43; Jorge Lira, de 31; Luis Rocha Mendoza, de 35; Rodrigo Lozano Rodríguez, de 27, y Jesús Paulo Arroyo Vergara, de 25.
 
También fue detenido el argentino Luis Tarzia, sindicado como "gerente" local de la banda de narcos. Tarzia, de 62 años, según fuentes del caso, tenía una relación con Sebastián Forza, una de las víctimas del triple crimen en General Rodríguez.
 
"En las casas allanadas en el Barrio Parque Almirante Irízar secuestramos una sustancia que podría ser efedrina o un residual de metanfetaminas", agregó un investigador.
 
En una de las propiedades, la policía secuestró una licuadora, que se supone era utilizada para procesar los pastillas de 5 miligramos de loratadina, para luego extraer la pseudoefedrina. En la otra casa, se secuestraron garrafas, necesarias para generar calor y destilar la droga sintética. "Los garrafas son similares a las secuestradas en la casaquinta de Ingeniero Maschwitz", explicó un vocero de la causa.
 
Los investigadores suponen que los presuntos narcotraficantes estuvieron en el barrio semicerrado, de 20 hectáreas con 150 lotes de 1000 m2 de superficie promedio, hasta que consiguieron comprar la casaquinta de Ingeniero Maschwitz y el cargamento de efedrina.
 
Según informaron fuentes judiciales, hoy comenzarán a ser indagados los ciudadanos mexicanos detenidos en la casaquinta, quienes en un primer momento se negaron a declarar, pero ahora adelantaron que están en "condiciones anímicas" de hacerlo.
 
Investigan un suicidio
 
POSADAS.- La policía provincial y la justicia federal de Misiones investigan posibles vínculos entre el narcotráfico y el suicidio de un vendedor de calzados de Rosario, identificado como Facundo Peralta, de 36 años. El hombre, que apareció muerto, colgado con una soga en un hotel de la ciudad de San Vicente, dejó una carta en la que habría relatado que tenía contactos con narcotraficantes brasileños y mexicanos. También habría señalado en la misiva otros detalles de supuestas operaciones ilegales realizadas en esa zona, como el contrabando de efedrina y de diversos aparatos electrónicos
 
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1050720&pid=5075930&toi=6482
 
CRITICA 24/10/2008
 
24.09.2008
Dos funcionarios del Gobierno se acusaron mutuamente ayer de haberle abierto a Sebastián Forza las puertas del kirchnerismo. Se trata del superintendente de Salud, Héctor Capaccioli, y la ministra del área, Graciela Ocaña, quienes mantienen una interna en el gabinete desde que se supo que el empresario víctima del triple crimen fue aportante a la campaña de Cristina Kirchner.
 
“El señor Forza fue designado por la titular del PAMI, en su momento –en alusión a Ocaña–, como presidente del comité de acreedores del Hospital Francés”, señaló Capaccioli a una radio.
 
La ministra no tardó en responder. “El señor Salvatierra, quien tengo entendido llegó al comité de la mano de Capaccioli, fue el que compró a empresas vinculadas a Forza, como la droguería San Javier y la gerenciadora National Advisors, por varios millones de pesos y durante diez meses. Ese hecho fue un escándalo y terminó con el despido de Salvatierra. Además, yo no conozco a Forza”, dijo Ocaña.
 
Entre los integrantes del comité de acreedores del Francés aparece Seacamp, otra de las firmas vinculadas a Forza, que habría aportado 200 mil pesos para la campaña K sólo en 2006. José Luis Salvatierra estaba a cargo entonces de la intervención del hospital. “No reniego de mi amistad con Salvatierra”, reconoció Capaccioli a Clarín el 12 de octubre de ese año.
 
Recién en noviembre de 2006, tras la escandalosa pelea entre la comisión gremial interna y un grupo de militantes kirchneristas liderados por Sergio “Tuto” Muhamad, Ocaña asumió la intervención del Francés. Le pulseada tiene un capítulo menos conocido. Cristina Kirchner terciará en la pelea a su regreso de Nueva York.
 
La Presidenta tiene a la firma un decreto con el nombramiento de cuatro nuevos gerentes en la Superintendencia de Salud que responden a Ocaña. Una manera de rodear a Capaccioli e incluso de empujar su renuncia. De todos modos, el funcionario ya avisó que no tiene contemplada esa posibilidad. “Yo he sido quien en reiteradas oportunidades he puesto mi renuncia a consideración y la verdad que hasta el día de hoy se la ha desestimado”, dijo.
 
“Que la oposición pida la renuncia es una cuestión lógica del juego de la política. Lo que a veces preocupa es que algunos compañeros del Gobierno no actúen de la misma manera en que actúa uno”, se lamentó tras señalar que por el tema ya habló con Néstor Kirchner el jefe de Gabinete, Sergio Massa, y su referente, Alberto Fernández.
 
Estalla el caso Forza en el Gobierno
Por Carlos Pagni
Para LA NACION
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Lunes 29 de setiembre de 2008 | Publicado en edición impresa 
Cuando hoy Cristina Kirchner se reincorpore a su rutina presidencial, deberá encargarse de una crisis inédita en el área de Salud. Graciela Ocaña estudia en estas horas llevar a los tribunales a un alto funcionario de su cartera: el superintendente de Salud y recaudador de campaña del matrimonio Kirchner, Héctor Capaccioli.
La semana pasada, Capaccioli afirmó que la ministra, cuando era responsable de la normalización del Hospital Francés, habría designado como presidente del comité de acreedores de ese sanatorio al empresario farmacéutico Sebastián Forza, que apareció asesinado en General Rodríguez, al parecer por su conexión con una red de narcotraficantes.
Desde mucho antes del crimen de Forza, Ocaña investiga irregularidades cometidas por droguerías proveedoras del Estado y de las obras sociales. Entre los motivos de sospecha están los subsidios que otorga la Superintendencia de Salud para tratamientos prolongados con medicamentos de alto costo que nunca fueron suministrados.
Además, la ministra acaba de denunciar ante la Justicia a varias droguerías que, se presume, podrían haber adulterado medicamentos que luego fueron administrados a enfermos de sida, cáncer o hemofilia. Entre las empresas que están bajo la lupa de los jueces hay por lo menos dos cuyos dueños aparecen como contribuyentes al proselitismo de Cristina Kirchner con fondos que recaudaba Capaccioli. Una es SeaCamp SA, de Forza. La otra, San Javier, de Héctor Lorenzo y Carlos Torres.
Ocaña revocó numerosos subsidios farmacéuticos autorizados por el superintendente después de comprobar que los troqueles que documentaban la entrega de los productos eran falsos.
Los Kirchner tardan en definirse frente a estos descubrimientos y denuncias. La Presidenta, por ejemplo, ha demorado el nombramiento de tres técnicos de la confianza de Ocaña para controlar las gerencias decisivas de la Superintendencia: Diego García de García Vilas (gerencia general), Pedro Insausti (económico-financiera) y Roberto Armaño (prestaciones).
Hasta la semana pasada, muchos conocedores del sector suponían que la señora de Kirchner respaldaría a Ocaña designando a aquellos funcionarios. A cambio, mantendría a Capaccioli, con el argumento de que "no quiero que Alberto piense que perseguimos a su gente". "Alberto" es Alberto Fernández, y "su gente", Capaccioli.
Esta hipótesis se debilitó a partir de la reunión de Néstor Kirchner con su ex jefe de Gabinete, hace dos jueves. El tema principal de ese hermético encuentro, según allegados a ambos, fue la complicada situación de Capaccioli y el escándalo que rodea al financiamiento de la campaña presidencial. Esa agenda había requerido otra reunión, entre Kirchner y Capaccioli, 12 días atrás.
En el ambiente de la salud se interpreta que una de las consecuencias del encuentro del esposo de la Presidenta con Fernández fue la irrupción de Capaccioli en los medios de comunicación para, envalentonado, implicar a Ocaña con Forza. El superintendente espera continuar en el cargo. O que lo obliguen a dejar la Superintendencia, pero para recalar en una secretaría del Ministerio de Trabajo. Un alto funcionario escuchó a Alberto Fernández hablar de esa posibilidad el miércoles pasado.
* * *
En la Superintendencia no desdeñan esta salida si es que, al mismo tiempo, le piden a Ocaña que se aleje del Ministerio. Existe un indicio en favor de las presunciones de Capaccioli: desde una oficina cercana al despacho presidencial se intentó inducir a dos sindicalistas a castigar en público a la ministra para adquirir así el derecho a ufanarse de su seguro alejamiento.
Hay un actor principal de esta trama que mira la escena en silencio, convencido de que se beneficiará de la crisis. Es Hugo Moyano. El jefe de la CGT cree estar en condiciones de poner a uno de sus hombres al frente de la Superintendencia de Salud, si es que Capaccioli se aleja. Moyano tiene allí a uno de sus abogados de confianza, Juan Rinaldi, encargado de la Administración de Programas Especiales, la oficina donde se ejecutan los subsidios que solventa la Superintendencia. Rinaldi es un adversario histórico de Capaccioli y, por eso, un aliado circunstancial de Ocaña.
En esta última condición, Rinaldi acompañó a Ocaña a la Justicia hace 10 días para denunciar a varias droguerías que solicitaron subsidios fabricando expedientes con troqueles fraguados. Esas empresas son Romalá SRL, de Rubén Romano, a quien la ministra alejó del PAMI; SeaCamp y BairesMed, de Forza, y AMG. La obra social complicada en estas maniobras es la de empleados de Agua y Energía Eléctrica de Mendoza. Se trata de una de las muchas entidades que recibieron subsidios, ahora revocados, por remedios provistos por un grupo recurrente de droguerías: ABC, Helios, Diaxon y, sobre todo, San Javier.
Esta última fue allanada por la Justicia el 16 de abril, como consecuencia de que varios médicos del Policlínico Bancario (PoBa) denunciaron la adulteración de medicamentos destinados a sus pacientes enfermos de sida: envases de Reyataz contenían otro producto, Videx, elaborado con una droga de muy distinto comportamiento de la que, ellos creían, estaban suministrando.
La documentación que la Justicia se llevó de San Javier, proveedora de esos remedios que subsidia la Superintendencia de Capaccioli, revela que los productos vendidos al PoBa fueron comprados a Bairesmed, la droguería de Forza, que fue allanada un mes más tarde.
Otra cuestión que interesa a los investigadores es el modo en que San Javier se convirtió en proveedora del PoBa. Una versión insistente habla de que fue por presiones de Néstor Vázquez, un ex gerente de Capaccioli. El mismo que propuso en un congreso de los bancarios la constitución del fideicomiso que hoy administra los fondos de salud del gremio y que tendría como acreedora, por más de 40 millones de pesos, a San Javier. El día del allanamiento de esta droguería las autoridades fueron atendidas por sus dueños: Lorenzo y Torres, quien figura como el principal contribuyente de los fondos de campaña de Cristina Kirchner, que recaudaba Capaccioli.
La financiación del proselitismo se está convirtiendo en una pesadilla para los Kirchner. En Miami, por Antonini. En Buenos Aires, por las investigaciones de Ocaña. El caso Forza corrió un velo sobre los fondos que solventaron la campaña, y este escándalo hizo abrir los ojos ante otro más grave: la obtención de dinero negro a partir de la macabra aplicación de medicamentos adulterados a enfermos crónicos.
Durante su estada en Nueva York, los Kirchner denunciaron que la crisis que afecta a la economía internacional se originó en la incapacidad del Estado para controlar las transacciones financieras.
Cabe esperar que en los próximos días apliquen por analogía ese criterio para resolver el conflicto entre Ocaña y Capaccioli, para regenerar la administración de la salud y, de paso, para que quede claro que a la Presidenta no le resulta indiferente que su carrera hacia el poder haya sido impulsada con recursos mal habidos.
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1054474&pid=5137215&toi=6480
 
 
 
La masacre en General Rodríguez
Investigan la pista de un celular por el triple crimen
La Policía Federal secuestró 65 teléfonos en dos allanamientos
 
 
Un teléfono celular puede ser clave en la investigación de los asesinatos de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina. Los investigadores buscan un aparato móvil utilizado por una persona que se comunicó con una de las tres víctimas antes de morir.
Esa misma persona, sospechan los investigadores policiales y judiciales, habría estado en el lugar donde se reunieron los tres empresarios acribillados el 7 de agosto, día que desaparecieron Bina, Ferrón y Forza.
Para tratar de hallar el teléfono celular, anteayer detectives de la Policía Federal realizaron dos allanamientos: uno en Berazategui y otro, en Pilar. Los procedimientos fueron ordenados por la fiscal porteña Ana Yacobucci.
Según las fuentes consultadas, en los operativos, realizados en domicilios de dos hermanos "bolseros", se secuestraron más de 39 teléfonos con radiotransmisores, 26 teléfonos celulares y varios contratos de venta y compra de aparatos móviles.
El objetivo de los allanamientos fue encontrar una línea telefónica que, según está acreditado en la causa por los entrecruzamientos de llamadas en la causa del triple crimen, tuvo en sus manos una persona que, a la vez, mantuvo contactos con Forza, de 34 años; Ferrón, de 37, y Leopoldo Bina, de 35.
Según fuentes citadas por la agencia Télam, desde ese teléfono alguien se comunicó al mediodía con una de las víctimas, luego apareció localizado en la misma celda donde fue la reunión que mantuvieron los tres empresarios, en un supermercado de Quilmes y, finalmente, fue localizado en la zona de General Rodríguez, donde aparecieron los tres cadáveres.
Los investigadores ahora trabajan en el análisis de los aparatos y los contratos secuestrados para determinar si pueden llegar a la persona que tuvo en su poder esa línea telefónica el día de las desapariciones, ya que la titularidad estaba a nombre de los dos hermanos "bolseros".
Amenazas
Ayer, por segunda vez en una semana, en un colegio de Pilar donde estudian los hijos de un secretario del juez federal Federico Faggionatto Márquez se recibió una falsa amenaza de bomba.
El hecho ocurrió en el colegio Saint Mary, de Pilar. La primera falsa amenaza se recibió el martes pasado, cuando alguien dijo que en el establecimiento educativo había "una bomba de efedrina". Faggionatto Márquez investiga a presuntos narcotraficantes que comercian ilegalmente efedrina y que habrían tenido relación con Forza.
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1058273&pid=5198917&toi=6279
 
 
Dicen que pagaron por matar a Forza
Lo declaró un médico ante el juez; apresaron al padre del actor Mariano Martínez, acusado de vender efedrina ilegalmente
 
Viernes 17 de octubre de 2008 | Publicado en edición impresa 
 
Riardo Martínez fue trasladado al juzgado federal de Zárate-Campana; luego tuvo un problema de salud Foto: DyN
Por Gabriel Di Nicola
De la Redacción de LA NACIÓN
Eran las 13.10. Se bajó de su automóvil Citroën Xsara y caminó casi 100 metros. No advirtió que lo seguían ni que eran sus últimos pasos en libertad. En Chile y Bernardo de Irigoyen, en Monserrat, detuvo su marcha y, en ese momento, fue rodeado y apresado por la policía bonaerense.
Ricardo Martínez, de 49 años, padre del actor Mariano Martínez, fue detenido y acusado de haber sido uno de los proveedores de efedrina de Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón, las tres víctimas de la masacre de General Rodríguez. Esa sustancia química era la que usaban los narcos mexicanos para producir metanfetamina.
Pero no fue ésa la única novedad de importancia en la causa que lleva adelante el juez federal de Zárate-Campana, Federico Faggionatto Márquez: un médico declaró ante la Justicia que se pagaron 100.000 pesos por matar a Sebastián Forza.
La detención del padre del actor, cuya indagatoria se suspendió por problemas de salud de Martínez, fue ordenada por el juez después de analizar la declaración del médico Gustavo Ricchiuto, quien había afirmado que Martínez, conocido con el apodo de "Ricky", proveía de efedrina a Forza, a Ferrón y a Bina, según informaron fuentes de la investigación.
Ricchiuto tenía conocimiento de la efedrina y de los negocios de las víctimas porque trabajaba para el empresario José Luis Salerno, el socio de Ferrón, según los informantes.
El médico relató que Salerno y las víctimas del triple crimen se reunían periódicamente con un mexicano de nombre Rodrigo. Según los investigadores, Rodrigo es un personaje importante en la banda de narcos mexicanos que sería liderada por Juan Jesús Martínez Espinoza, detenido en Paraguay. "Es una pieza valiosa para Martínez Espinoza", dijo a LA NACION un investigador.
Apuntan a Pérez Corradi
Martínez fue detenido por detectives de la Delegación de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de Zárate-Campana, al mando del comisionado Honorio Rodríguez. "Martínez no tenía ninguna habilitación oficial para vender o comprar efedrina", afirmó a LA NACION una fuente judicial.
Según dijeron fuentes de la investigación, en su declaración testimonial Ricchiuto no sólo habló de la ruta de la efedrina, sino también del triple crimen de General Rodríguez.
"El empresario Ibar Pérez Corradi estaba muy enojado, ya que Sebastián Forza se había quedado con el negocio de la efedrina, perjudicándolo, y dijo que había entregado 100,000 pesos para que lo mataran", declaró Ricchiuto, quien también dijo -según fuentes de la investigación- que Bina trabajaba para el mexicano Rodrigo y que había prometido que él tenía los contactos en la Aduana para sacar la efedrina del país.
El testigo clave de la causa también dijo que, antes de ser asesinados y cuando eran trasladados en una camioneta hacia la zona oeste del conurbano, las tres víctimas fueron interceptadas en un operativo policial.
Ricchiuto también habría dicho, siempre según fuentes de la causa, que el negocio de la efedrina que estaban por acordar las tres víctimas con los mexicanos era de 400 kilos de esa sustancia por semana. El kilo de efedrina en nuestro país puede costar unos $ 300 pero, en México, donde está prohibida su importación, puede llegar hasta 10.000 dólares.
Respecto de Martínez, fuentes de la pesquisa afirmaron que está detenido en un hospital penitenciario y que será indagado cuando el médico legista confirme que está en condiciones de seguir declarando.
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1060279&pid=5225945&toi=6270
 
 
 
Hallan otra cocina de droga sintética
En un campo de Formosa, en la frontera
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Viernes 17 de octubre de 2008 | Publicado en edición impresa 
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Por Justo L. Urbieta
Para LA NACION
FORMOSA.- La banda de narcotraficantes que instaló un laboratorio de droga sintética en Ingeniero Maschwitz tenía todo preparado para armar una cocina y un depósito de estupefacientes en un campo de General Belgrano, unos 240 kilometros al noroeste de esta ciudad, cerca de la frontera con Paraguay.
Así lo informaron a LA NACION fuentes de la policía de Formosa y de la Delegación de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de Zárate-Campana.
En el lugar, los investigadores, secuestraron 60 kilos de efedrina e importante documentación.
Se sospecha que el laboratorio iba a ser instalado por Carlos Edelmiro González, que tiene un pedido de captura firmado por el juez federal de Zárate-Campana, Federico Faggionatto Márquez.
González tiene un comercio habilitado para la comercialización de efedrina en una galería comercial de Clorinda. Además, en Buenos Aires tiene una oficina en un estudio de abogados en la zona de Tribunales.
En Clorinda, se habría alojado en el hotel Mario, el mismo lugar donde pararon los dos mexicanos detenidos en Paraguay junto con el presunto líder de la banda, Juan Jesús Martínez Espinoza.
En el campo de General Belgrano, los investigadores se encontraron con que en un galpón había estructuras y elementos que indicaban que se estaba montando un laboratorio.
Además, los detectives hallaron casi 60 kilos de una sustancia que, después de ser analizada, se confirmó que era efedrina.
Carlos Edelmiro González nació en Paraguay, pero se nacionalizó argentino. Se sospecha que en la actualidad podría estar escondido en Paraguay.
En Clorinda, tenía una farmacia, pero se había establecido en la ciudad de Buenos Aires, donde tiene un laboratorio en el que elabora productos cosméticos y medicamentos sobre la base de aloe vera que, al parecer, cultiva o procesa en General Belgrano, donde tenía intenciones de avanzar en otros rubros, según explicaron investigadores de la causa a LA NACION.
Personal de la policía también detectó la presencia en jurisdicción de Clorinda de otros dos ciudadanos mexicanos , aunque hasta el momento no hay indicios de que estén desplegando actividades ilícitas.
En el juzgado de Faggionatto Márquez sospechan que González fue una de las personas que vendieron importantes cantidades de la efedrina que terminó en poder de los narcos mexicanos y que podría haber sido utilizada para elaborar droga sintética en Ingeniero Maschwitz.
 
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1060281&pid=5225945&toi=6270
 
 
Adelanto de la Revista Noticias
Los insólitos contactos del padre de Mariano Martínez con la política y el triple crimen de General Rodríguez
Conozca los detalles de la relación de Ricky Martínez con la ruta de la efedrina. El bombo radical y su amistad con "Coti" Nosiglia. El drama del actor.
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17.10.2008 | 18:25
 
La familia Martínez en épocas felices. | Foto: CEDOC
 Ampliar Ayer fue un día negro para el actor Mariano Martínez. Su padre, Sergio Ricardo Martínez, un conocido intermediario en el mercado de los medicamentos, cayó preso en el barrio de Monserrat. La acusación impensada: proveer efedrina a Sebastián Forza (uno de los empresarios asesinados) y posibles vinculaciones comerciales con el narcotráfico mexicano. Un cruce de llamadas telefónicas ordenado por la Justicia desnuda sus contactos con dos de los supuestos narcos detenidos: Jesús Martínez Espinoza y Luis Marcelo Tarzia.
 
Pese a tener un apellido tan común en la guía telefónica es difícil olvidar a “Ricky” Martínez. Él siempre “chapeó” con la fama de su hijo, cuentan quienes lo conocen. De hecho, a quien lo acusa en el expediente de tener relaciones con el narcotráfico no le fue difícil identificarlo: “Es el padre del actor Mariano Martínez”, le dijo a la Justicia.
 
Ricky es conocido para los que frecuentan el ahora turbulento mundo de la industria farmacéutica. Y para los políticos –radicales y peronistas- que financiaron sus campañas o hicieron negocios con los millones de dólares que se mueven en el rubro de la salud, que hace relativamente poco incorporó una nueva estrella: la comercialización de efedrina.
 
El padre de Mariano Martínez supo tocar el bombo y portar algunas pancartas rojas en actos radicales. Dicen que es “amigo de los amigos” del operador radical, “Enrique “Coti” Nosiglia y que formó parte de la agrupación interna que Nosiglia armó en el Club Boca Juniors, “Por un Boca mejor”. Mientras el delarruismo estuvo en la función pública, tanto en el gobierno nacional como en la Ciudad de Buenos Aires, se relacionó con empresas proveedoras del Estado en diversos rubros: medicamentos y limpieza de hospitales públicos.
 
La nota completa en la última edición de la Revista Noticias que se publicó hoy.
http://www.perfil.com/contenidos/2008/10/17/noticia_0035.html

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