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IMPUTAN AL JEFE DE LA SEDRONAR
La efedrina en la Casa Rosada
La Cámara Federal de San Martín ordenó la indagatoria de José Granero
por la falta de control.
La Cámara Federal de San Martín ordenó que se cite a indagatoria al
titular de la Secretaría Antidrogas Nacional (Sedronar), José Granero,
y al director del Registro Nacional de Precursores Químicos, Julio de
Orué. Es por la causa de la “ruta de la efedrina” que investiga el
juez federal de Campana, Federico Faggionatto Márquez. La Sala II
dispuso que sean llamados a declarar por la supuesta falta de
controles en la comercialización de efedrina, por el otorgamiento de
permisos para la comercialización de esta sustancia a personas
inexistentes, como en el caso de Héctor Germán Benítez que, en
realidad, resultó ser Mario Roberto Segovia, acusado de traficar ocho
toneladas de este precursor. En 2006, Benítez había obtenido el
permiso de la Sedronar en 24 horas. Por una investigación de Crítica
de la Argentina se comprobó que el cambió de identidad se realizó
debido a que el nombre de Segovia ya estaba “marcado” por una causa de
contrabando de cigarrillos en España.
En los próximos días, Faggionatto Márquez deberá decidir bajo qué
imputación serán llamados a declarar. Se sabrá recién la semana
próxima. “El espectro es muy amplio. Puede ser desde incumplimiento de
funcionario público, partícipe necesario; hay que analizar bien la
causa”, sostuvo una fuente de la investigación que está atrás de
encontrar a otra persona, además de Segovia, que bajo una identidad
falsa obtuvo el permiso para comercializar efedrina. “Dependerá de la
imputación si los de la Sedronar vienen solos o detenidos”, agregó la
fuente.
MÁS PROCESAMIENTOS. Además, la Cámara Federal de San Martín confirmó
los procesamientos del farmacéutico Marcos Frydman, su ex mujer Ana
Namohd, el funcionario municipal de General Rodríguez Manuel Poggi,
Daniel Mancuso, un fisicoculturista de 35 años acusado de haber
comprado 247 kilos de efedrina, y los hermanos Guillermo Alberto
Salomón y Héctor Daniel Salomón. También rechazó la falta de mérito
para el sommelier mexicano Ventura García y lo mandó a procesar, por
lo que podría quedar detenido.
MÁS CAREOS. Marcos Frydman y Ana Namohd fueron careados con el
supuesto líder de los narcos mexicanos Jesús Martínez Espinoza. El
resultado no fue muy fructífero: todos los imputados se mantuvieron en
sus dichos. Los farmacéuticos sostuvieron que le vendieron en cantidad
una medicación con efedrina a Espinoza y éste lo negó.
Quien sí cambió sus dichos fue Armando Giuliani. Él había dicho que el
día que explotó parte del laboratorio ubicado en la localidad de
Ingeniero Maswchitz, donde se elaboraba metanfetamina, vio a Espinoza
apagar el incendio. En su última declaración, en cambio, dijo que lo
vio regando.
EL PAPÁ DE MARIANO Y MARIO ROBERTO. Hoy le toca el turno del careo al
padre del actor Mariano Martínez, Ricardo “Ricky” Martínez.
Mario Roberto Segovia, quien se había negado a declarar, pidió la
ampliación de su indagatoria, que está programada para pasado mañana.
Mañana deberá comparecer por la fuerza ante el juez Burgo, que
investiga la causa de los autos diplomáticos. Además, al juzgado de
Faggionatto Márquez llegó un pedido de detención conjunta del juez
penal económico Ezequiel Berón de Astrada por el contrabando de una
sustancia altamente tóxica. Hoy ampliará su indagatoria el contador de
Segovia, Roberto Guerini. Mañana será el turno de su primo, Sebastián,
y su ladero, Daniel Bocchi, alias “Clarens”. Por ahora Gisela Ortega,
la mujer de Segovia, no tiene nada para decirle al juez.
Cayó al hermano policía de Segovia
Hernán Segovia, hermano de quien es considerado el rey de la efedrina,
fue detenido anoche por orden del juez federal de Zárate-Campana
Federico Faggionato Márquez. Una brigada integrada por personal de
Drogas Peligrosas de la Policía bonaerense y de la Policía santafesina
detuvo al cabo de policía, quien era investigado a partir de la
detención de su hermano Mario Roberto Segovia.
Segovia se hallaba actualmente separado de la fuerza y fue detenido
por orden de Faggionato Márquez en su domicilio de la Santiago del
Estero al 4800 de la ciudad de Rosario. El operativo estuvo encabezado
por el comisario Gustavo Spoleti, de la brigada de inteligencia de la
Policía local. Las mismas fuentes precisaron que la policía realizó
ayer allanamientos en una empresa constructora de la calle bulevard
Oroño al 4500 y en un galón de la vecina localidad de Alvear, donde
Mario Segovia tenía pensado, según los investigadores, instalar una
fábrica de CDs. Los voceros indicaron que un domicilio lindero al de
Hernán Segovia fue allanado y los investigadores incautaron de
documentación para la causa. El detenido fue trasladado a la ciudad
bonaerense de Campana y sería interrogado mañana por el juez
Faggionato Márquez.
http://www.criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=16441
Triple crimen: a Forza lo ejecutaron en último término
21:50
Lo revela una nueva pericia forense, que fue entregada hoy a los
investigadores. Según el estudio, Damián Ferrón fue el primero en ser
asesinado. El trabajo, además, confirma que las víctimas fueron
asesinadas en otro sitio. Y que luego sus cuerpos fueron arrojados al
zanjón de General Rodríguez.
La investigación del triple crimen de General Rodríguez sumó esta
tarde un nuevo dato: Sebastián Forza fue el ultimo de los tres
empresarios en ser ejecutado, según reveló una nueva pericia que fue
entregada hoy a los investigadores.
El estudio fue realizado por la Dirección de Coordinación del
Instituto de Investigación Criminal y Ciencias Forenses de la
Procuración, a cargo de la perito Virginia Creimer a partir de los
elementos aportados por los fiscales de Mercedes Ignacio Bidone y
Daniel Vivanco.
De acuerdo al trabajo, en el hecho se produjo una "secuencia
homicida", en la que Damián Ferrón fue el primero en ser asesinado. La
pericia indicó que luego fue ejecutado Leopoldo Bina. Y que Sebastián
Forza fue masacrado a balazos en último término.
La investigación, asimismo, confirmó que las víctimas fueron
asesinadas en otro sitio, que todavía no pudo ser determinado. Y que
luego, los cuerpos de los tres empresarios fueron arrojados al zanjón
de General Rodríguez, donde se produjo su hallazgo.
(Fuente: DyN y Télam)
http://www.clarin.com/diario/2008/12/03/um/m-01815243.htm
La viuda de Forza: "Descubrí que Sebastián tenía una
doble vida"
15:03
Solange Bellone cree que su esposo era "un chico ambicioso que vivió
muy rápido". Sospecha que lo traicionó alguien de su entorno. Y que la
causa de la masacre de General Rodríguez fue que las víctimas se
metieron con "cierta gente" sin medir riesgos.
Solange Bellone (30) se excusa por los "imprevistos" que hicieron que
se demorara casi una hora en llegar desde Pilar al Microcentro, donde
está pautada la entrevista con Clarín. "Es como si en mi vida hubiese
pasado un terremoto", dice y suspira. Está de elegante pantalón capri
y saquito verde agua, musculosa blanca y zapatos altos al tono. Apenas
una cadenita le cuelga del cuello.
A cuatro meses de la desaparición y posterior asesinato de su marido,
Sebastián Forza (34) -una de las víctimas del triple crimen de General
Rodríguez- acepta un diálogo de a ratos distendido y de a ratos
angustiante. Dice que está dolida por el episodio que vivió el martes
en el programa de Mirtha Legrand, cuando la cruzaron con su suegro
(con quien está distanciada), se levantó llorando de la mesa y se fue.
"Esta es la última nota que doy. Quiero dedicarme a mi hijo que tiene
cuatro años. Lo quiero preservar de este dolor y esta desgracia",
suelta. Una y otra vez reitera que está abocada a la crianza de su
nene, que extraña a su padre: "Pregunta por su partida repentina y
hasta sueña que habla con él. Es todo muy duro".
Mientras, Solange hace su propio duelo: empezó a escribir una novela
de su vida. El libro no tiene título pero sí comienzo: arranca por el
entierro de Sebastián en la parcela más barata que quedaba en un
cementerio privado de la zona norte, al lado de una estatua, con algo
de belleza para que a su hijo no le parezca tan triste.
Forza, Damián Ferrón (37) y Leopoldo Bina (35) desaparecieron el 7 de
agosto. Seis días después hallaron sus cuerpos en un zanjón de General
Rodríguez. A partir del hallazgo se empezó a desmadejar una trama de
negocios peligrosos y ambición. Forza tenía una droguería en sociedad
con Solange (Sanfor Salud) y vendía medicamentos. Más allá de su
estilo de vida ostentoso, no le estaba yendo bien: la quiebra del
Hospital Francés (era proveedor) lo había dañado. Acumulaba deudas,
cheques rechazados, estaba en convocatoria de acreedores.
Los investigadores del triple crimen están convencidos de que Forza,
Ferrón y Bina quisieron quitarle a alguien el negocio de la efedrina
(un precursor para fabricar drogas sintéticas, muy codiciado por los
narcos mexicanos). O vendieron una carga rebajada y fueron
sentenciados a muerte.
¿Cuánto hay de verdad y cuánto de mentira sobre lo que se dice de la
vida y negocios de Sebastián?
Se exageró. Hubo desinformación y mentiras. Se quiso desviar el foco
de los tres chicos y se orientó hacia Sebastián. Cualquier cosa de él
estaba mal vista. Actuó como nube de humo. Fue intencional.
¿El móvil fue la efedrina?
No sé muy bien. Pero lo que sé es que si no hubiese existido la causa
de Campana (la que investiga a los mexicanos y la ruta de la efedrina),
tal vez esto hubiese terminado con que toda la culpa era de Sebastián,
lo que es una barbaridad. Inventaron causas y allanamientos que no
existieron y que me trajeron perjuicios muy grandes. Tanto él como yo
somos una nube para tapar la realidad.
¿Y cuál es esa realidad?
Que los tres intentaron meterse con cierta gente, que no midieron
riesgos y consecuencias. Pero esto nada tiene que ver con los otros
negocios de Sebastián.
¿Nunca te habló de la efedrina?
Sí. Una vez le pregunté, mirando la tele, qué era eso. Me dijo que era
un negocio que estaba creciendo un montón, pero que se estaba por
cortar porque iban a cambiar las leyes.
Si estaba en el tema de la efedrina, ¿por qué creés que no te lo
contó?
Porque sabía que yo soy muy estricta y que no le hubiera permitido
hacer un negocio así, más sabiendo que podía ser ilegal.
¿Sebastián era de la DEA?
La verdad no me habló nunca de eso... (duda). Me parece que tenía un
perfil alto, era llamativo y la DEA necesita un perfil más bajo.
¿Qué descubriste de él en todo este tiempo?
Por respeto a mi hijo no quiero decir mucho, pero descubrí que
Sebastián tenía una doble vida.
La autopsia registró que tenía cocaína en el organismo. ¿El era
consumidor?
Nunca lo vi consumir drogas. Quizás lo obligaron. Detectaron que la
tenía en el estómago.
¿Por qué hay mucha gente que tiene la sensación de que sabés más de lo
que decís?
No me dieron lugar para decir más. En la fiscalía de Capital siempre
me decían que se habían ido de joda. No se me ocurrió hablar del
monoambiente de Open Pilar y nadie me preguntó. Yo no sabía de los
autos que tenía. No eran todos de él. Sólo estaba preocupada por saber
que le había pasado.
La mujer asegura que está entusiasmada con el trabajo del nuevo fiscal
de la causa, Juan Bidone, aunque reconoce que el camino a la verdad es
"complejo y hermético". "Tengo mi propia lista de sospechosos y la
repaso todos los días. Igual, no sé cuál fue el motivo del crimen...
Ocurrió un imprevisto, algo salió mal..."
¿Qué sabés de la relación de tu marido con Ferrón y Bina?
A Damián lo conocía del negocio de las farmacias. Y Leo, según me
había dicho Sebastián dos días antes que desaparecieran, era un
muchacho con muchos contactos en la Aduana. No sé si Leo tenía que ver
con la efedrina, pero sí con los personajes del negocio de la efedrina.
¿Creés que hubo un entregador?
Se los llevaron engañados. Algo no resultó. Creo, en realidad, que
alguien del entorno cercano puedo haberlos traicionado.
Los investigadores suponen que a Sebastián lo mataron al final para
presionarlo, tal vez porque tenía la forma de destrabar el problema...
Esos tres chicos sufrieron y murieron como perros. Siempre aparece
Sebastián porque era un generador de negocios. Le gustaba la plata, es
cierto, pero no necesitaba meterse en cosas raras.
Pero se habla de plata mal habida...
Mentira. Teníamos una empresa con reputación impecable. Nos daban
crédito porque cumplíamos. Estábamos en concurso de acreedores, es
cierto, pero hasta ese momento jamás nos habían rechazado cheques por
falta de fondos. Lo que pasa es que, acá, si te va bien sos el mejor,
y si algo te sale mal, te condenan y sos el peor. Si hubiera tenido
influencias políticas como dijeron, nos hubiera ido mejor. Yo hoy
tengo sólo deudas.
¿Cómo definirías en pocas palabras a Sebastián?
Un chico ambicioso que vivió muy rápido. Inteligente.
Solange y Sebastián se conocieron en un baile en julio de 2001 y
estuvieron juntos 7 años. Ella tiene inconclusa la carrera de Diseño
de Indumentaria; hizo un año de Ingeniería Industrial y un año de
Comercialización. Pero dice que carga con un estigma: "Ser la mujer de
Forza". Un hombre que no era "ni tan bueno ni tan malo" y que,
asegura, amó. Por eso, una foto de la pareja ya no cuelga de una pared
de su cuarto. Lo reemplaza un cartel que dice ingenua, para
refrescarse la memoria.
http://www.clarin.com/diario/2008/12/07/um/m-01817389.htm
FORZA, FERRÓN, BINA
Generación efedrina
Las víctimas del triple crimen de General Rodríguez –y otros
personajes de la historia- son el emergente de un nuevo arquetipo
social vinculado a los negocios narco, la plata fácil y la corrupción.
Treintañeros, hijos del neoliberalismo, buscan el ascenso social
express aun poniendo en riesgo su vida.
Por Guido Bilbao
El padre de Damián Ferrón era mayordomo en el Casino de oficiales del
ejército argentino. Durante la dictadura fue el hombre encargado de
atender a los generales. Es más, mientras en las Malvinas se peleaba
la guerra, él tenía una misión estratégica: le servía los whiskies a
Galtieri.
Eran días difíciles en los que la tensión del trabajo inundó su casa
de Villa Urquiza. De tanto servir se puso a tomar, demasiado. La vida
familiar se vino a pique. Su mujer se fue con sus hijos y se instaló
en una casa del Fonavi en Lugano.
Damián Ferrón creció allí, atravesando los 90. Se sentía, a pesar de
la separación y el cambio de barrio, un chico bien. De los pibes de la
zona era de los que prefería la música electrónica a la cumbia, el
gimnasio a la esquina y el Baileys a la cerveza. Se peinaba con raya
al costado.
Hizo el servicio militar y después su padre le consiguió un puesto
como administrativo en el edificio Libertador. Sin haber terminado el
secundario, no podía aspirar a mucho más. Aunque tenía sueños simples,
le parecían inalcanzables: una casa, un buen auto, vestirse bien. Nada
de eso podía pasarle trabajando allí. Veía a su padre prendido a la
botella, luego de trabajar toda su vida, empinando el codo hasta el
final. No quería eso para él. Apuraba su economía para comprar ropa en
las casas de surf y en Ona Saez.
Se largó con su hermano con un reparto de golosinas Stani al por
mayor. Pero todo iba muy lento. Veía que su hermano ganaba más que
cualquiera de sus amigos y así y todo, apenas llegaba a fin de mes,
siempre viviendo, como le gustaba decir, con el dedo en el culo,
haciendo malabares para llevar a su familia adelante. Cuando Luis
Salerno, un viejo amigo, le ofreció trabajar con él en su droguería
Pharmagroup, Ferrón no dudó. La comercialización de medicamentos
dejaba un margen cuantioso de ganancias y Salerno le ofrecía
convertirse en su mano derecha, conducir juntos la empresa. Vivía con
su esposa en un departamento, arriba de la casa de su madre. Era
joven, ambicioso, de buena presencia y una astucia barrial que podía
ser muy útil. Salerno, un ex policía, no manejaba los mismos códigos
que los jóvenes con los que tenía que lidiar en el negocio de los
medicamentos. Jóvenes tan cancheros que la cancha les quedaba chica.
Ferrón se transformó en su operador público.
Fue así que conoció a Sebastián Forza, que quedó encantado con su
nuevo interlocutor. Hablaban el mismo idioma. Se emborracharon una vez
y se hicieron íntimos. Forza lo sumó a su círculo de amistades. No
soportaba a Salerno, su perfil de policía bonaerense, su vulgaridad.
Se habían conocido de casualidad en el Open Plaza de Pilar, donde
Forza pasaba las horas cuando no quería estar en su casa. Vivía en un
country pero no estaba casi nunca. Sin embargo, cada vez que entraba
al complejo se sentía fuerte, del lado de los que ganaron. Hizo
algunos negocios con Salerno pero ahora ya no hablaba con él, porque
con Ferrón se llevaba mucho mejor. Eran, en apariencia, del mismo
palo. Ferrón, a su vez, vio en él al hombre que quería ser. Era sus
sueños en movimiento. Ya no se sentía tan boludo viendo la vida pasar
desde el edificio Libertador, viendo las 4x4 pasar, los minicooper,
las minas de Bailando por un sueño estrujando el caño. Cuando pudo se
compró una 4x4, una Vitara. Era de las más baratas, sí, pero no
importaba: ahora era uno de ellos y miraba él también al mundo del
lado de adentro de las ventanillas.
Descargá la versión PDF de la Revista C Nº42 y leé la nota completa.
Murió Tarzia, uno de los implicados en la ruta de la efedrina
Falleció de un paro cardiorrespiratorio en un clínica privada a la que
había sido trasladado hace dos días por un cuadro de edema pulmonar;
era el presunto nexo entre Forza y los narcotraficantes mexicanos
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Jueves 1 de enero de 2009 | 10:19 (actualizado a las 10:47)
Luis Tarzia, presunto nexo entre Sebastián Forza y los narcos
mexicanos en el tráfico de efedrina, murió esta madrugada víctima de
un paro cardiorrespiratorio en una clínica privada de Capital Federal,
según informó a la agencia Télam su abogado.
El deceso se produjo pasadas las 4, en la clínica Santa Isabel, donde
había sido trasladado hace 48 horas desde el penal de Marcos Paz
aquejado por un edema pulmonar.
Francisco Chirelli, letrado de Tarzia indicó que su defendido había
solicitado hace varios meses que se lo trasladara a un centro
asistencial para recibir el tratamiento adecuado ya que padecía una
afección cardíaca y que dicho pedido había sido desestimado por la
justicia.
Tags: Tarzia, efedrina
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1086019&pid=5615143&toi=6267
Triple crimen: un mexicano acusó a Ricky Martínez de mentir para
perjudicarlo
17:24
Rodrigo Iturbe, detenido en la cárcel de Devoto por esa causa, cargó
contra el padre del actor. "El dice que me ve en una reunión con
Tarzia y Martínez Espinosa, donde nunca estuve", aseguró.
“No tengo idea quién fue el autor del crimen”, aseguró Iturbe. (Radio
Mitre)
Desde la cárcel de Devoto, donde está preso, acusado de ser el
financista de la banda de la ruta de efedrina, el mexicano Rodrigo
Pozas Iturbe aseguró hoy que Ricky Martínez lo involucró en la causa
sólo para mejorar su situación procesal y que le mintió al juez
federal Federico Faggionato Márquez.
"El dice que me ve en una reunión con Tarzia y Martínez Espinosa, dice
que me hablaban por mi nombre, pero yo nunca estuve en esa reunión, no
conozco a ninguno de los imputados", sostuvo en diálogo con radio
Mitre. Y agregó: "Ricky Martínez se salvó con su declaración". La
misma versión habría repetido ante el juez Faggionato Márquez esta
semana, durante una nueva indagatoria.
Además, Iturbe reconoció haber sido amigo de Lepoldo Bina, una de esas
víctimas del triple crimen. "Yo tuve cierta relación con Bina, nunca
lo negué, lo conocí en un bar", contó. Y aseguró que (Sebastián) Forza
me hizo una propuesta rara" de negocios. Pero dijo que no sabe nada
del crimen. "No tengo idea quién fue el autor del crimen", respondió.
Iturbe llegó al país en 2006 con la idea de hacer negocios y estar más
cerca de su mujer e hijo, que viven en Uruguay. Actualmente, su
familia no lo puede visitar porque -según dice- están amenazados.
http://www.clarin.com/diario/2009/02/07/um/m-0
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